domingo, 5 de abril de 2015

AUSENCIA

 

Ella espera, y mira por su ventana la puesta del sol, se ilusiono cuando lo conoció, soñó cuando tomo su mano por primera vez, revelo sus secretos bajo una noche helada, y asi tenia momentos agradables que solo ella sabia, sus planes eran parte de sus vidas unidas por el destino.

Si es que uno espera, sobre todo cuando tu mano toca la suya y ella siente que son una misma carne, cuando su corazón comienza a latir, cuando necesita algo, cuando siente ganas de llorar. Pero el tiempo pasa rápido y la entonación se eleva y se convierte en ilusiones.

El esta solo, llego solo, quizás no debería haber llegado, pero esta parado y camina por donde su curiosidad lo lleva, observa y se emociona cuando algo le interesa, quizás vive en su mundo, tal vez esta en el nuestro, o es parte de un todo y es quien repara los cables para que todos podamos hablar unos con otros.

Desde que se conocieron ella sabia que quizás seria sencillo, pero al pasar el tiempo resulto mas complicado, y en ocasiones se trababa como una maquina de escribir vieja, con un golpecito quizás sobre su cabeza era suficiente para aterrizar en el presente. Alguien así no espera mucho de este mundo cuando apenas si empieza a sentir que pisa la tierra por primera vez.

Sus lagrimas se secan rápido, su corazón se alegra cuando sabe que él ha salido de un problema, cuando esta despierto, sobre todo si sus ojos se abren grandes al entender algo que antes no entendía, un gesto de agradecimiento, pero las lágrimas que significan cuando no sabe si se llora de felicidad o de tristeza.

Ahí va como si no existiera, le ignoran y lo esquivan, y un día decide cambiar su ropa, y usar loción, para conseguir un mejor trabajo, el día se hace viejo, como si fuera ya tarde. Ella solo espera, tan solo, que al pasar por delante de esa familia, quizás le hablaran, le sonrieran, es lo único que le queda, confía en Dios. Si le hablaran tal vez tendría una oportunidad, y una lágrima derrama sin darse cuenta.

Aprieta fuerte su pecho, ella reza , en silencio, cuando va en el metro, cuando va a su trabajo, cuando esta recostada, ella reza esperando que alguien la escuchara, y nada. Solo el silencio, y el arrullo del viento cuando hace mal clima, no hay nada afuera. Mas que nada, si alguien le hablara, piensa ella, sabrían, pero que importa, en la distancia alguien la escucha, y también la piensa.

Se tienen para si, sin saberlo, se escuchan en la distancia, y eso calma el nervio de aquel. En medio de lo que antes era un desierto, queda la esperanza, ella es torpe, sus manos son malas para los trabajos manuales aun así lo intenta, justo resbala en la escalera y una mano la sostiene con fuerza antes de caer, son para sí mismos su esperanza y sobreviven.

PANTANAL

 Una vez mas me encontraba en esta habitación sin quererme levantar después de ver películas de relaciones tormentosas, biografías de personas de éxito y dramas sobre muertes inesperadas. La mañana se había pasado rápido y no me había percatado del amanecer ni de la puesta del sol.

Todos estos últimos dos años y medio planeando la estrategia mas perfecta para atravesar la crisis económica, estabilizar mis ingresos, mejorar la publicidad y distribución de mis servicios y productos, llevarme mejor con los arrogantes vecinos.

Miles de paginas leídas pasan por mi mente, de revistas de negocios, de historias de éxito, de artículos de internet, de blogs de emprendedores, mis tópicos cursados durante la Universidad de gestión de negocios, imagen y relaciones públicas para nada, todo parecía tirado a la basura.

Y no era el atraco sufrido a mi guarida estratégica a principios del año por el mes de febrero lo que me dolía, atrás había quedado ese hecho delictivo misterioso y sin explicación, me sentía traicionado por todos, me sentía traicionado por mi mismo. No era el escanda del año pasado provocado por una loca reclamando una mercancía olvidada tres meses atrás, mercancía que no tenia el mínimo valor.

No me dolía mas el robo del medidor de luz que me tenia devastado o sin ganas de decir hola al espejo, estoy aquí y estoy mas vivo que nunca... nunca mas sentí la ausencia de esos hechos, me habían causado profundo dolor pero me había sobrepuesto rápidamente en cuanto restablecí la luz gracias a la ayuda de un electricista.

La redistribución de mis pequeños ingresos en diversos segmentos, era complicado, pero durante años logre re-enfocarme en esa estrategia y lo había logrado. Sabiendo el camino a seguir, no importaba el rechazo social al que me había sometido al abrir una tienda en una colonia hostil, en una avenida principal donde abundaban las pandillas y el nivel cultural no alcanzaba un promedio aceptable.

Había vuelto a ser yo, con unas letras de acrílico negro brillantes y con planes de instalar anuncios luminosos con el paso del tiempo. Mi orgullo era poseer una pequeña tienda con todas las prestaciones modernas, como facturación electrónica, recargar de saldo, pago de servicios adicionales, proveedores nacionales y locales e incluso extranjeros.

Una tienda de tecnología con poco inventario pero con capacidad de surtir casi cualquier equipo sofisticado que no podía surtir las grandes cadenas comerciales especializadas. Las marcas no eran problema, tenia a las económicas y a las de prestigio, mismas que ningún otra empresa podría pensar fueran a estar instaladas ahí en lo mas recóndito de ese barrio.

La publicidad empezó ligera, pero poco a poco comenzó a distribuirse a través de guías comerciales, que se repartieron por todas las áreas aledañas, incluso por internet, el logro mayor, obtener clientes por internet pagando una cantidad simbólica, todo esto producto de la creatividad y años de ejercitar una imaginación que pone en practica las mejores frases de venta para artículos muy competidos.

Mis últimos logros, satisfacían en alguna medida mi ego, distribuir un servicio para que la gente estuviera comunicada y pudiera acceder contenidos de entretenimiento y personales, mismo que tardo meses en funcionar adecuadamente.

6 meses de lucha en la publicidad de este nuevo servicio, no se veía claro pues solo unas cuantas personas habían contratado, pero pronto comenzó la gente a verse interesada, seguían siendo pocos, pero los números crecían cada mes, lentos y a un ritmo constante. Tal demanda se convirtió en algo difícil de cumplir. No había dicho capital para millonaria inversión, sin embargo luego de un año y medio me tope con alguien que deseaba invertir.

Un año luchando por mi sueño, pero mas que eso, por vivir de una manera mas digna y no como un perro. Luchando por tener la oportunidad de dejar la miseria atrás, siendo una persona con preparación académica de excelencia, pronto mis esfuerzos titánicos estaban dejando frutos, mismos que yo consumía como un hambriento en pagar mis deudas, en reponer mercancías y liquidar proveedores.

Todo comenzaba a estabilizarse, había pasado mi primer diciembre con una derrama económica estupenda a comparación de los demás años, podía comenzar a crear nuevos planes para una segunda etapa, una etapa de crecimiento y estabilidad. Pero la vida es un juego de azahar, nunca se sabe como vas a terminar si parado o de cabeza.

Luego de una agresión por parte de un cliente que se rehusaba a pagar el servicio prestado por varios meses, me sentí desconcertado, pensando que estaba haciendo mal, sin embargo no encontraba la respuesta ante tal situación. Afortunadamente esta agresión no acabo con mi vida, y de nuevo salí adelante luego de semanas de tratamiento pude incorporarme a mis labores.

Algunas cosas habían cambiado, ya no se es el mismo cuando recibes lesiones físicas, pero sin embargo en el fondo, me sentía con fuerza y mantuve la ilusión de continuar mi labor y sostener mi negocio como pudiera para que trabajara a la perfección o lo mas cercano a ese estado ideal. El coraje y la impotencia se fueron desvaneciendo con las semanas.

Nada me podía desconcentrar de lograr mis objetivos, convertir mi empresa en una compañía altamente rentable y capaz de poner en acción los 4 giros mas importantes, mismos que se movían unos a otros, ya que estaban mágicamente interrelacionados. Quien hubiera pensado, que a veces la casualidad hace de las suyas.

Los 4 giros manejados, eran como 4 engranes que movían la maquinaria, algunos generaban ingresos lentamente o por temporadas, pero en general todos se movían, a pesar de que alguno se detuviera con los aumentos del dólar, el carro seguía avanzando pues siempre había algún otro engrane avanzando con vigor.

Nada de los incidentes o situaciones provocadas hacia mi persona o mi negocio, me habían detenido, pronto salía de una u otra situación, pero pronto me di cuenta que no todo estaba librado. Todo el tiempo ocurren cosas que no podemos prevenir, y en parte hay que reconocer la dependencia que tenemos de las demás personas.

Ese día después de dos largas semanas de negocios fuera de la ciudad, recibí la visita del rentero, se disponía a establecer un contrato nuevo, y aun faltaban casi tres meses para terminar el actual. Le comento, quizás por error, o por acierto, que me disponía a formalizar mi negocio de servicios, instalando una plataforma en el techo del negocio, esto dio un giro a mi situación.

El rentero había pasado de informarme un aumento pequeño de la renta a decir que ya no quería mas aparatos en el techo, cosa que yo no entendí, pues tenia los mismos instrumentos desde hacia un año y medio. Intente argumentar pero el señor, ya senil, y con un humor que ni los carceleros tienen, contesto rotundamente que no y que no me había dado autorización de instalar en el techo, lo que hacia un año y medio me dijo expresamente que si. Ahora ya no quería rentarme.

Espere unos días para tratar de hablar nuevamente con el, sin embargo este se rehuso y envío a la novia o amante malvada, quien poseía peculiar interés en hacerse de uno o dos locales para su hijo. Durante todos estos años jamás intuía que la señora estaba interesada en obtener un ingreso mayor, ahora quería juntar dos locales para rentarlos por mas dinero, y pese a mis ofrecimientos no pude resolver la situación.

Situaciones inesperadas ocurren todo el tiempo, pero jamás pensé que mi relación contractual acabaría de tal modo. Como podía un anciano diabético hecharme de tal modo cuando nunca le falle en pagos, y no me opuse al incremento de la renta, que le había dado por cambiar tan drásticamente. Seria posible que el local de venta de productos naturistas que mas bien parece blanquear dineros del narcotráfico, me hubiera ganado la batalla tras convencer al dueño de sacarme.

Todo perfectamente estructurado y planeado, y al final del día justo a punto de lograr el éxito perseguido, se derrumba el sueño. Habré exigido de mas al dejarle en claro mi necesidad de profesionalizar mis servicios instalando mas herramientas? O es justo eso lo que rompe mi relación con el arrendatario, justo el momento en que me convierto en un luchador exitoso, triunfante, lo que complica mi relación con los demás negocios en la plaza comercial.

¿Como puedo pasar de comerciante perdedor a ganador, sin preocuparme de lo que opina la mitad de los alfabetas disfuncionales que deambulan por esta área del poniente de Monterrey? Como puedo reivindicarme, acaso este cambio de posición les amenaza psicológicamente, todos tenemos derecho a exigir lo que nos corresponde.

Absolutamente todos tenemos derecho a ganar dinero y cobrar por nuestros servicios para acceder a una vida digna, sin importar nuestra condición económica. No importa ya lo pasado, hay que seguir luchando y corriendo y nadando para no naufragar en este mar intranquilo.

Exhausto sin encontrar el error cometido, finalmente asfixiado por mis propias ideas, me di cuenta que nunca hay momento de victoria, porque quizás es el momento donde apenas todo comienza. Nunca hay fondo que tocar porque la economía es cíclica así como las actividades sociales. Sin darme cuenta había regresado al principio.