miércoles, 8 de diciembre de 2010

¿CRISIS EN LOS BANCOS O COMPLOT?

(Articulo publicado en revista estudiantil -20 de junio del 2002, tema aun vigente )

En cuestión de fraudes bancarios, nuestro país tiene un gran registro. Tantas son las historias que van desde defraudadores hasta defraudados, ya que en México resulta que entre gitanos se leen las cartas. Algunas de las estafas se realizan en pequeñas cantidades y otras en grandes como el Fobaproa, que defraudó a algunos empresarios y sobre todo al pueblo. Los magos, que cambian de lugar el dinero, abundan en México.

En la realidad mexicana un fraude esta contemplado, según la legislación penal vigente, como una acción tendiente a alcanzar un lucro u obtener ilícitamente algo a través del engaño o de tomar ventaja de un error cometido por terceras personas. El engaño según la ley ocurre cuando las personas tienen una falsa apreciación de la realidad por causa de otra(s). Sin más palabras, el fraude es el arte de la magia que te convierte en rico y a otros en pobres.

Lejos de las definiciones legales, los ladrones atacan al tarjeta habiente en diversas modalidades, una de las más novedosas es por internet. Cuando alguien obtiene el NIP de un usuario puede realizar transacciones a través de la red, y después disponer del efectivo en un cajero. En ese caso, el banco culpa injustamente al tarjeta habiente por compartir el NIP.

En tiempos de Zedillo, se creó la Condusef, organismo que en un principio defendería a los ahorradores de las instituciones bancarias, sin embargo al poco tiempo su propósito verdadero fue evidente, defender a los bancos. La Condusef apoya a los bancos en casos como el citado anteriormente, y los protege cuando se presentan las quejas de los ahorradores. Así en lugar de fungir como árbitro cuando se presenta una denuncia, informan al banco sobre quien demanda, para que este logre el juicio a su favor. El anterior es solo un ejemplo de fraude, hay otros y mucho mas grandes.

En el área de los defraudados no siempre hay ahorradores sino también grandes empresarios. Los hermanos Autrey por ejemplo, una familia que anteriormente se ubicó en la lista de Forbes, entró al negocio de los bancos creyendo que ganarían mucho. Ellos fueron engañados al comprar acciones en el Grupo Financiero Inverlat a un precio alto, tiempo después aparecieron los saldos rojos. El tiro de gracia fue el fin del sexenio Salinista, ya que se rumora dejaron de ser beneficiados por su aliado gubernamental. De cualquier manera, en 1998 el gobierno absorvió 10 billones de pesos por concepto de cartera vencida (Inverlat según lista del FOBAPROA emitida por El Barzón).

La mala situación de los bancos ha sido una simulación, ya que siguen generando ganancias. Las cifras maquilladas como en el caso de Serfin, han sido preparadas en momentos de auditorias. En 1998, cuando el negocio les explotó a los Sada, y en 1999 ya con el escándalo Casablanca, el banco fue encubierto por el gobierno, que ocultó su intervención financiera en el mismo, y así lo protegió legalmente, con esta acción impidió a los extranjeros auditar dicha institución. Poco después Serfin aparecía en las listas del Fobaproa. Los expertos rumoran que con esto último, 563 millones de pesos entraron directamente al bolsillo de los Sada.

El supuesto rescate del tercer banco del país (Serfin) en aquel entonces, ha sido el más caro de la historia. Otro descalabro para el país fue el ocurrido en Confia, al cual se le acusó de fraude bancario y quedó al descubierto con el escándalo de Lankenau, donde se rumora estaba implicado el ahora secretario de Economía Fernando Canales. Confia fue vendido a extranjeros al igual que muchos otros bancos. En esos años la venta del sistema bancario fue fraguada desde las secretarías de gobernación, y se rumora representó el enriquecimiento de muchos burócratas, que cobardemente no buscaron mejor solución a la cartera vencida, y el inicio de la crisis bancaria en 1989.

La falta de nacionalismo en muchas decisiones gubernamentales sobre la banca, como el Fobaproa y entregar la banca a los extranjeros, se debió en parte a la presión ejercida por el FMI. El Fondo Monetario Internacional ha presionado para que el país adopte medidas en diversos países como Rusia, Brasil, Argentina, etc., que extrañamente llevan a la destrucción de las formas de organización y gestión económica, sin manera de salvarlas. La presión esta relacionada con las deudas contraidas, principalmente con USA.

El FOBAPROA, ahora llamado IPAB no permitió sanear completamente las finanzas de los bancos como se suponía que debia hacerlo, por lo que resultó una medida inefectiva contra la cartera vencida y la crisis. El FOBAPROA defraudó a todos los mexicanos y a los empresarios que no recibieron la cantidad total que presume el fondo. El dinero desapareció como por arte de magia. Luego del embrollo, la necesidad de recapitalizar los bancos se hizo patente, con el fin de sanear el sistema, parte de la solución fue el Sistema de Ahorro para el Retiro, aunque parezca tener matiz social.

El SAR es el nuevo fraude en México, y contiene el único salvavidas de los futuros ancianos. Aparentemente, esta siendo usado por el estado como un saco de deudas donde se depositan los pagos del gobierno en caso de reclamos. Se sospecha que las afores fracasaran, ya que el nivel de adscritos sube peligrosamente, y este aumento podría ser la quiebra como en el caso de los asegurados del ISSTE, donde no se dan abasto para cubrir el pago de los pensionados. Las estafas mencionados anteriormente son un excelente índice para mostrar que los fraudes en México son legales, tanto así, que no hay cabida para empresarios honestos, solo para magos. Sin mentir, se rumora que hasta la familia Fox esta en la lista de los defraudadores.

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